El fin del mundo no está en un meteoro que se aproxima a la tierra, cuya destrucción pondrá fin a esta vida. No. El fin del mundo es una cosa mas cotidiana, mas terrenal, mas "sin gracia". Puede ser que el fin del mundo conduzca en un taxi nocturno o que se presente en un cáncer chiquito y diminuto que te haga perder tanta sangre y que te doble del dolor. No importa, el fin del mundo llega, siempre.
Estuve pensando mucho en la fragilidad de la vida, de la vulnerabilidad de que somos presas, de lo que podemos dejar atrás al morir, de las personas que nos llorarán cuando sea el momento de irnos de este mundo. La muerte es algo inevitable y solo será momentáneamente dolorosa. Lo terrible de la muerte es para los que extrañan: los hijos, los padres, los hermanos, los sobrinos.. la familia en general, la pareja, los amigos o amigas. Claro, de ese dolor no nos enteramos, pero, qué difícil es estar del otro lado, del lado del que se queda, no del que se muere.
En el medio de todo eso, que es difícil, contrariado, inverosímil. En el medio de todo eso, que nunca pensamos que nos pasará. Estar en un tiroteo, que te asalten, una enfermedad que no entendes, de una familia que no comprendes, de un sentimiento que te abandonó. En el medio de todo eso, te das cuenta de algo bien simple, de algo tan básico: si tenes a una persona, una tan sola, que te cuente de su primera casa, de las mujeres que ha amado, de lo cotidiano de su trabajo, de sus sueños, de sus amigos, de sus planes para el futuro y que de repente te das cuenta que, podrías contarle todo lo que pasa por tu cabeza y de paso, ¿por qué no? lo que pase por el corazón. Entonces, la vida ha valido la pena.
El fin del mundo puede venir, para todos o solo para mi, no importa. Lo importante es tener alguien con quien compartir pensamientos, momentos o lo que pase en ese mismo instante.
El fin del mundo vendrá, lo sé, pero yo estoy feliz de haberte conocido.
- Ojalá te hubiera conocido hace mucho tiempo. Cuando éramos niños.
- No podía haber sucedido de otro modo. Tenia que darse ahora.
- Pero, no hay suficiente tiempo.
- Nunca hay suficiente tiempo.
- Nunca habría sido suficiente.
- Tengo miedo...
- Yo... estoy loco por ti, Penny. Eres lo que mas quiero en este mundo.
- Pensé que, de algún modo, nos salvaríamos.
- Lo hicimos, Penny. Me da mucho gusto haberte conocido.
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