Rock a la Orden

Rock a la Orden
¡La púta razón que me alimenta!

jueves, 17 de octubre de 2013

No quiero una cama sin vos, y mucho menos, amanecer sin tu presencia. No quiero un teléfono sin tus llamadas. No quiero otros besos que no sean los tuyos, ni mucho menos otras caricias que no vengan de tus manos. No quiero otro compañero de vida que no tenga tu nombre. No quiero crecer si no es al lado tuyo. No quiero risas que no salgan de tu boca. No quiero final, quiero comienzos todos los días al lado tuyo. 
Cada día, siento que te amo mas y te extraño otro poco mucho. 
¿Cómo hago para no pensar un solo segundo en vos? si por vos vivo, gordito lindo. 
Todo lo que me das día a día, no tiene nombre. Todo lo que aprendí junto a vos, nunca jamas lo voy a olvidar. Tuviste los huevos para meterte en mi cama y en mi vida ¿Quién te ama mas que yo? ¿quién me cuida mas que vos?
¿Quién puede discutirme que el amor no existe? cuando AMOR es lo que siento, lo vivo cada vez que miro tus ojos ¿Quién se atrevería a decirme que sos solo un hombre? cuando gracias a vos mi alma se volvió a iluminar ¿Quién puede decirme que no conozco el dolor y la impotencia? cuando tus enojos, nuestras peleas, me dejan sin fuerzas, así tirada casi muerta. 
Nadie es capaz de cuestionar nuestro amor, porque no lo conocen, no lo viven. Vos me conoces mas que nadie, me atrevo a decirlo. Sentís todo, tan inteligente y sensible al mismo tiempo. 
Me haces tan feliz. Estoy orgullosa de amarte, de elegirte, de no soltarte ¡Que gran hombre sos!
¿Qué seria mi vida si no te tuviera? prefiero no pensar eso. Solo sé que, mi vida es hermosa con vos, y la cambiaste por completo. 










domingo, 13 de octubre de 2013

El fin del mundo no está en un meteoro que se aproxima a la tierra, cuya destrucción pondrá fin a esta vida. No. El fin del mundo es una cosa mas cotidiana, mas terrenal, mas "sin gracia". Puede ser que el fin del mundo conduzca en un taxi nocturno o que se presente en un cáncer chiquito y diminuto que te haga perder tanta sangre y que te doble del dolor. No importa, el fin del mundo llega, siempre. 
Estuve pensando mucho en la fragilidad de la vida, de la vulnerabilidad de que somos presas, de lo que podemos dejar atrás al morir, de las personas que nos llorarán cuando sea el momento de irnos de este mundo. La muerte es algo inevitable y solo será momentáneamente dolorosa. Lo terrible de la muerte es para los que extrañan: los hijos, los padres, los hermanos, los sobrinos.. la familia en general, la pareja, los amigos o amigas. Claro, de ese dolor no nos enteramos, pero, qué difícil es estar del otro lado, del lado del que se queda, no del que se muere. 
En el medio de todo eso, que es difícil, contrariado, inverosímil. En el medio de todo eso, que nunca pensamos que nos pasará. Estar en un tiroteo, que te asalten, una enfermedad que no entendes, de una familia que no comprendes, de un sentimiento que te abandonó. En el medio de todo eso, te das cuenta de algo bien simple, de algo tan básico: si tenes a una persona, una tan sola, que te cuente de su primera casa, de las mujeres que ha amado, de lo cotidiano de su trabajo, de sus sueños, de sus amigos, de sus planes para el futuro y que de repente te das cuenta que, podrías contarle todo lo que pasa por tu cabeza y de paso, ¿por qué no? lo que pase por el corazón. Entonces, la vida ha valido la pena. 
El fin del mundo puede venir, para todos o solo para mi, no importa. Lo importante es tener alguien con quien compartir pensamientos, momentos o lo que pase en ese mismo instante. 
El fin del mundo vendrá, lo sé, pero yo estoy feliz de haberte conocido.

- Ojalá te hubiera conocido hace mucho tiempo. Cuando éramos niños.
- No podía haber sucedido de otro modo. Tenia que darse ahora.
- Pero, no hay suficiente tiempo.
- Nunca hay suficiente tiempo. 
- Nunca habría sido suficiente.
- Tengo miedo...
- Yo... estoy loco por ti, Penny. Eres lo que mas quiero en este mundo.
- Pensé que, de algún modo, nos salvaríamos.
- Lo hicimos, Penny. Me da mucho gusto haberte conocido.